lunes, 18 de enero de 2010

Nuevo boletín informativo de la Biblioteca

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Era una noche triste,ahogada en el silencio de la luna.Intigrado por el aullar de los lobos me acerco mas silencioso aun que la propia luna. los contemplo en lo alto del monte. Era un ejemplar fantástico, sus ojos brillaban al son de su canto. Esa noche no dormi por el miedo, si no por la satisfacción que me producía escuchar aquella hermosa melodía.


francisco rodríguez gonzález 3B

Anónimo dijo...

Mientras me hablabas y yo te miraba,
se detuvo el tiempo en medio instante:
el amor me llamaba y yo le obedecía.
Mientras me susurrabas y yo te amaba,
se alzaron los sentimientos,
mandó tu voz,
el cielo se hizo visible en tus ojos,
y yo pronuncié el querer en tus labios

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