A veces no hacemos caso de lo bueno que tenemos "en casa". Uno de nuestros compañeros, Miguel Rojo, realizó un viaje a Guatemala, a la zona de su otrora capital, Antigua, para conocer esas tierras y esas gentes. Aprovechó también para visitar a un amigo suyo, antiguo catedrático de Instituto, hoy jubilado, que lleva ya dos años dedicando su tiempo a un proyecto educativo de ayuda a la infancia sin ningún ánimo de lucro.
De todo ello nos habló esta mañana: gracias Miguel por tus palabras, que nos han abierto un poco los ojos hacia otras realidades y otros mundos injustamente tratados y olvidados.
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